"¿Cómo 33? Porque eres infinito, Fernando": Carta abierta a Fernando Alonso.
Un año más, muchos alonsistas volvemos a ilusionarnos. Volvemos a creer en lo imposible. Y quizá ser alonsista implique, precisamente, en no dejar de creer. En pensar que lo mejor está por venir. Que la magia existe.
Sin embargo, la mayoría de nosotros sabemos, igualmente, que no va a ocurrir. Que los milagros en Fórmula 1 no existen, como demostró el aciago a la par que legendario año de 2012.
Pero, Fernando: despiertas en los que te seguimos algo que quizá la palabra que mejor lo define es “fe”. Esa “fe”, que forma la primera sílaba de tu nombre, nos movió a creer que Ferrari te daría un bólido propio de los años del Káiser; que McLaren-Honda sería un binomio que daría como resultado la misma época dorada que Ayrton Senna y Alain Prost disfrutaron; que con Renault, que luego fue Alpine, la marea azul volvería a ser imparable, y es la que ahora nos empuja a creer que Aston Martin, la que otrora fue Force India, te dará un “pepino ilegal” con el que llegará el tercero que tanto te mereces y tus seguidores llevamos años esperando.
Pero la parte cerebral de nosotros nos afirma y reafirma que no lo vas a hacer. Que tu nuevo proyecto caerá una vez más como nuestras ilusiones pasadas. Que no se puede ir contra la lógica y la irrefutable verdad de las máquinas. Que el tercer campeonato es ya un sueño imposible y que tu victoria número 33 es una quimera.
Un momento… ¿cómo 33? ¿Cómo puede ser que te veamos sonreír mirando tu nuevo coche y una voz que brota de nuestro interior nos diga que vas a exprimirlo hasta sacarle un segundo de diferencia a los Red Bull? ¿Cómo puede ser que estés camino de los 42 y al mirarte nos sigas pareciendo un chaval de veintipocos años? ¿Cómo puede ser que cada vez que sales retrasado en parrilla imaginemos carambolas imposibles para verte ahí arriba? ¿Y cómo puede ser que particularmente el que escribe estas líneas, que empezó siguiéndote cuando era todavía un niño, ahora tenga 33 (¡33!) y se siga ilusionando igual o más que antes?
Volvemos a creer como lo haremos siempre allá donde vayas porque ya formas parte de nosotros. Porque caemos contigo y casi disfrutamos de tus éxitos más que tú mismo. Porque ser alonsistas forma parte de nuestra personalidad. Porque a pesar de los cenizos y pesados comentarios que llevamos años aguantando, no enterramos la cabeza como las avestruces, sino que la llevamos bien alta orgullosos de bancarte. Porque gracias a ti descubrimos un maravilloso deporte (el automovilismo), una increíble disciplina (la Fórmula 1) y unas carreras míticas que pocos habíamos visto (Indy 500, Daytona, Sebring, etc.). Porque nos has enseñado a respetar y a admirar a rivales que casi odiábamos cuando éramos neófitos en este mundillo. Y porque eres un verdadero caballero al volante de los que ya no quedan.
Puede, Fernando, que en este 2023 no llegue la 33 y que solo te veamos levantando el tercero en nuestros sueños. Pero, muchachos, ¡nos volvimos a ilusionar!, (y lo seguiremos haciendo). Quizá ni tú mismo lo entiendas, Fernando, pero el corazón tiene razones que la razón no entiende.
Como diría Stefano Domenicali: ¡Avanti, Fer! ¡Avanti!, que nosotros siempre te seguiremos.
Luis Díaz Urbistondo — Fundador de Montdebó
Publicado el 04/03/2023